
El agua de lluvia es un recurso que cualquier persona puede aprovechar para ayudar a reducir el consumo de agua potable. Muchas de las labores que realizamos en el día a día, no necesariamente requieren de agua potable, como descargar el inodoro, lavar la ropa o limpiar nuestro hogar.
Pero, ¿cómo funciona la recuperación de agua de lluvia? Primero se recoge a través de tejados inclinados o desagües cada vez que llueve. De allí llegará al filtro principal, que evitará que desechos de gran tamaño ingresen al sistema, y luego a un filtro adicional antes de llegar al área de almacenamiento.
El depósito de almacenamiento es un recurso equipado con un sistema de circulación para evitar el estancamiento del agua, además de contar con un rebosadero por el que se pueda evacuar el excedente de agua. Luego, con la ayuda de una bomba, se puede distribuir el agua de lluvia desde el depósito hacia los lugares del hogar donde se utilizará. Siempre es importante diferenciar las conexiones, para que no exista un cruce entre el agua de lluvia y el agua potable.
Si todavía no te has planteado tener tu propio sistema de recuperación de agua de lluvia, el momento es ahora. No solo ayudarás al medioambiente al reutilizar uno de los recursos más valiosos del planeta, sino que también obtendrás un ahorro económico al utilizar una menor cantidad de agua potable.